La experiencia lo demuestra: en el ámbito académico, entre la cita y el plagio, hay una práctica que atenta contra la creación y, lo que es peor, contra el desarrollo de un pensamiento crítico y autónomo. Copiar y pegar se ha hecho una costumbre cuando se trata de “zafar materias”, de producir a repetición ponencias, artículos, capítulos, de “armar” textos para sumar puntos en un mundillo en el que las fechas de entrega se suceden irrefrenables.
Se trata de un problema de honestidad intelectual. Esto suena obvio. Pero no es una cuestión menor. No sólo porque “el que se copia se engaña a sí mismo”, sino porque cuando cosemos irreflexivamente retazos de textos, damos de comer a la máquina de reproducir-más-de-lo-mismo.
Y en esa reproducción se van nuestras mejores ideas, las que nunca saldrán a la luz porque, admitámoslo, copiar y pegar es más sencillo…
DEFINICIONES
Citar: según la Real Academia Española (RAE), referir, anotar o mencionar los autores, textos o lugares que se alegan o discuten en lo que se dice o escribe.
Plagiar: también según la RAE, copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias.
Copiar y pegar: expresión que, según usos y costumbres, remite al acto de extraer partes de uno o más textos ajenos e incorporarlos como propios en un texto-producto sin mayores tratamientos reflexivos.
REFLEXIÓN FINAL
Copiar y pegar puede significar un esfuerzo tan grande como escribir “honestamente”: dado un tema, implica buscar textos, leerlos, seleccionar fragmentos, hilvanarlos, darles una mínima coherencia para “convencer” al otro de que uno ha hecho su trabajo.
No es tan arduo redirigir ese esfuerzo a elaborar un texto propio y, lo más importante, responderse una pregunta fundamental: ¿para qué escribo?
sábado, 7 de julio de 2007
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1 comentario:
muy interesante la temática de tu blog cyn! ya va a parar a mi lista de links
besos
e./
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